En una reciente entrevista, el Papa Francisco ha manifestado su deseo de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Esta decisión subraya su profunda devoción mariana y su especial vínculo con este templo, al que ha visitado en numerosas ocasiones durante su pontificado. (religionenlibertad.com)
La relación del Papa Francisco con Santa María la Mayor
Desde el inicio de su papado, Francisco ha demostrado una conexión especial con la Basílica de Santa María la Mayor. Antes y después de cada viaje internacional, el Pontífice se dirige a este templo para orar ante el ícono de la “Salus Populi Romani”, una imagen de la Virgen María venerada por los romanos. Este gesto refleja su confianza en la intercesión de la Virgen y su compromiso con la oración por la paz y la protección de los fieles.
La importancia de Santa María la Mayor en la tradición católica
La Basílica de Santa María la Mayor es una de las cuatro basílicas mayores de Roma y la más antigua dedicada a la Virgen María en Occidente. Construida tras el Concilio de Éfeso en el siglo V, ha sido un centro de devoción mariana y un símbolo de la fe católica a lo largo de los siglos. Su arquitectura y arte reflejan la rica historia de la Iglesia y su veneración por la Madre de Dios.
Implicaciones de la decisión del Papa Francisco
El deseo del Papa de ser enterrado en Santa María la Mayor marca una desviación de la tradición reciente, donde los pontífices han sido sepultados en las grutas vaticanas bajo la Basílica de San Pedro. Esta elección podría interpretarse como un mensaje de humildad y una reafirmación de su devoción mariana. Además, destaca la importancia de la basílica como un lugar de peregrinación y oración para los fieles de todo el mundo.
Reacciones y perspectivas futuras
La comunidad católica ha recibido con respeto y admiración la decisión del Papa Francisco. Muchos ven en este gesto una coherencia con su pontificado, caracterizado por la sencillez y la cercanía con el pueblo. A futuro, esta elección podría influir en cómo se perciben las tradiciones funerarias papales y en la relación de los pontífices con los distintos templos de Roma.
En conclusión, el deseo del Papa Francisco de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor no solo refleja su profunda devoción mariana, sino que también resalta la importancia de este templo en la vida de la Iglesia y en la espiritualidad de los fieles. Este gesto, cargado de significado, invita a una reflexión sobre la humildad, la fe y la tradición en la Iglesia Católica.
